¿Quién iba a decir a los apenas 1500 vecinos de un pequeño pueblo situado en plena montaña que a partir de 1949 sus calles se iban a llenar de andaluces, gallegos, murcianos o mallorquines?
Y… ¿quién les hubiera dicho, además, que esas personas serían marineros?
Hasta hace muy poco los habitantes de Los Molinos (Madrid) tuvieron la oportunidad de compartir sus vidas con gentes tan dispares como las venidas de Sevilla, Ferrol, Cartagena o Palma de Mallorca.
Y todo porque en el corazón de la sierra madrileña se alza desde finales de los 40 el conocido como Sanatorio de Marina, al que llegaron tanto pacientes desde las bases navales repartidas por España como centenares de marineros de reemplazo de todo el territorio.
Hoy, día de la publicación de la primera parte, han pasado ya más de siete años desde que hicimos la primera visita y sólo nos hemos decidido a escribir esta entrada ahora que el edificio ha sido completamente saqueado.
Por la gran cantidad de material gráfico del que disponemos, el reportaje se dividirá en cinco partes:
En la primera nos ocuparemos de la licitación, de la construcción y del funcionamiento sanitario del complejo.
En la segunda, tercera y cuarta trataremos de contar cómo era la vida en el hospital desde el punto de vista de sus trabajadores, de sus pacientes y de los vecinos de Los Molinos, aunque ya podemos adelantar que eran como una gran familia.
Para terminar, en la quinta parte hablaremos del cierre y daremos un repaso fotográfico al resto de instalaciones que hayan podido quedar fuera en las cuatro primeras.
Sirva pues como homenaje a todos los que por allí pasaron y en especial a los que han colaborado con nosotros para la elaboración de este artículo.
La Marina en la montaña
Resulta cuando menos extraño que la Marina construyera, en el que posiblemente sea el punto más alejado del mar en cualquier dirección, un enorme hospital para tuberculosos.
Pero quizá precisamente por ser el centro geográfico de la península, la ubicación resultaba equidistante a la mayor parte de las instalaciones de la Armada Española.
El Consejo de Ministros del 17 de diciembre de 1943, presidido por el entonces Jefe del Estado Francisco Franco, aprobó el decreto por el que se autorizaba “la construcción de un sanatorio de tuberculosos de la Armada en Los Molinos (Guadarrama)”
Apenas dos semanas después, el 3 de enero de 1944, se publicaba en el BOE el anuncio del concurso para la construcción del Sanatorio.
Para su ubicación, el Ayuntamiento de Los Molinos cedió al Ministerio de la Marina 94.375 metros cuadrados de terreno a cambio de que el sanatorio dispensara atención primaria y urgencias a los vecinos de la comarca.
El 5 de julio de 1945 el Jefe del Estado aprobaba un nuevo decreto por el cual se autorizaba la adición de dos plantas al proyecto original.
La autorización de gasto ascendió a 1.797.034,67 pesetas a cargo del Presupuesto Extraordinario y pagable en varias anualidades, siendo la primera de éstas de 700.000 pesetas.
El 8 de mayo de 1947, con las obras muy avanzadas, se publicó el anuncio de concurso público para el suministro del mobiliario del hospital, quedando adjudicado éste el día 26 de mayo por un valor de 317.330 pesetas.
A principios de 1949 se terminó la construcción y bajo la dirección del Coronel Médico José López García se recibió a los primeros pacientes en la primavera de ese mismo año.
En total la suma de la superficie construida fue de 8750 metros cuadrados, contando el propio sanatorio, la vivienda, la residencia de médicos y demás edificaciones auxiliares.
El edificio principal albergaba 177 camas y 55 habitaciones repartidas en cuatro plantas: 11 en la primera, 14 en la segunda y 15 en las plantas tercera y cuarta.
La planta baja estaba destinada tanto a servicios médicos como a servicios generales y en el sótano se ubicaron despensas, almacenes y la sala de calderas, que veremos más adelante.
Funcionando a pleno rendimiento, el 26 de abril de 1954, se aprobó la adaptación para que la residencia de médicos fuera transformada en residencia para enfermas.
Este edificio de tres plantas tenía capacidad para 25 pacientes, aumentando la capacidad del complejo hasta las 202 camas.
Servicios médicos
La función principal del Sanatorio de Marina, que recordemos que fue construido como hospital antituberculoso, era la de prestar atención médica al personal con derecho a hospitalización de los tres Ejércitos.
La batalla contra la tuberculosis concluyó poco tiempo después de la inauguración, pues a mediados de la década de los 50, cuando los nuevos fármacos antibióticos como la rifamicina y la rifampicina permitieron controlar eficazmente la enfermedad, muchos de estos centros dejaron de tener utilidad.
Fue entonces cuando el Sanatorio de Marina se especializó neumología.
Quirófanos
Renovados en 1991, los quirófanos A y B pasaron a ser quirófano y sala de curas respectivamente.
Se puede leer en numerosas páginas de internet acerca de la famosa “lámpara de quirófano del sanatorio”, pero la realidad es que la lámpara del quirófano se desmanteló durante el cierre.
En el quirófano A apenas queda nada excepto la increíble vista de la sierra.
La que sí está, en la sala de curas (otrora quirófano B), es la inmensa lámpara de de 360 vatios fabricada por la empresa alemana Hanau Quarzlampen GmbH.
Se componía de nueve focos de 40 vatios cada uno funcionando a 24 voltios.
Rayos
Aunque la maquinaria fue retirada aún se conservan bastantes elementos del servicio de radiología del hospital.
Entre ellos destacamos la mesa radiológica.
Laboratorio
Es una de las partes más impresionantes del sanatorio aunque desgraciadamente también es la que peor ha resistido el paso de los vándalos.
En la primera visita, que hicimos en 2007, la mayor parte de la maquinaria, del instrumental y de la documentación seguía en su sitio.
Un año después, en agosto de 2008, casi todo había desaparecido y la sala empezó a llenarse de pintadas.
Anatomía patológica
Todo explorador urbano sabe que la sala de autopsias es el punto más buscado cuando de visita un hospital, como la morgue del Harold Wood que vimos en este reportaje.
Contrastando con la espectacularidad y amplitud del centro británico, la sala del Sanatorio de Marina de Los Molinos era una pequeña estancia con una única mesa de autopsias hecha en piedra de 210x75 centímetros.
Continúa en la segunda parte.
Texto: Tomás Ruiz
Fotografías: Daphneé García y Tomás Ruiz (exceptuando las cedidas, cuyo autor o procedencia está escrito en la propia foto)
48 comentarios:
Brutal el reportaje Tom !
Me ha encantado, el lugar estaba increíble cuando lo visitaste, aunque imagino que a día de hoy no debe quedar prácticamente nada.
¿ Para cuando la segunda parte ?
Espero que pronto
Que recuerdos me trae este reportaje... es genial conocer la historia del lugar. Muchisimas gracias.
Muy interesante la historia y las fotos. Debe ser el reportaje más completo sobre este conocido sanatorio, y sobre todo imágenes de cuando era visitable. Ahora ya no merece la pena ni acercarse...
Sara, muchas gracias. Ya sabes como es esto. Se intentó preservar pero un foro paranormal dio los datos y se acabó.
Patri, y eso que tú lo pillaste ya un año después. A mí me ha encantado saber la historia y hablar con los trabajadores.
Raf616, todo un lujo viniendo de un abandonero reconocido como tú. Fui hace un mes y estaba vandalizada hasta la plaza exterior (que no es del sanatorio)
Soy Jose Luis; quien paso sus días y fue curado en los años 79/80/81.
Escribo desde Palma de Mallorca y una vez leído y visto el reportaje, solo me queda decir Gracias... chicos, por vuestra seriedad, por tratar nuestro querido Sanatorio con tanta delicadeza como se merece, gracias por acercarnos a los que estuvimos pasando nuestras enfermedades y trabajadores en tener en nuestras retinas el recuerdo y las imágenes mas bellas que guardamos en nuestros corazones. Gracias por emocionarnos, por sentir hasta el aroma de sus plantas llenas de vida entre tanto enfermo, gracias por acercar el tiempo y el pasado.
Este reportaje reúne los epígrafes de la historia, ademas de embellecer la trayectoria de sus trabajadores dando todo su esfuerzo por la cura de una enfermedad trascendente para muchos.
Siento ganas de ver la segunda parte y de poder aportar ayuda en lo que preciséis, recibir mi enhorabuena y mis abrazos para todo el equipo. Gracias.... Amigos. Jose Luis Lopez Gonzalez.
La verdad es que es una auténtica lástima que se abandonaran así las instalaciones.
Es lamentable.
Grandisimo reportaje. Yo conozco el Sanatorio, lo conocí cuando funcionaba y lo veo ahroa casi todos los días.
Una pena que se haya echado a perder.
Estuve destinado en la Habilitación/Pagaduría del Sanatorio de Enero del 81 a Agosto del 82, como Cabo 1º. Fue un destino inolvidable, me casé estando aquí destinado y también nació mi hija. Conocí a muchísimas buenas personas, tanto enfermos como vecinos del pueblo, y naturalmente los allí destinado. Siento una gran pena y me vienen grandes recuerdos al ver las fotografías.
Vivo a 100 metros de este el que fue un Hospital de referencia, no sabéis el gran dolor que nos ha causado a mí y a mi familia, ver, oír como a ese GIGANTE, de orden, limpieza y al que recurríamos los vecinos le han ido rompiendo, robando, desguazando por "idiotas" que seguían a programas mediocres y mentirosos que decían que allí había fantasmas, todos los viernes son auténticas romería de idiotas, carreras, gritos, dentro y fuera, mazazos que destruyen el edificio, cortan el mallazo como las ratas que se cuelan y solo van a destruir a quemar, a tirar cosas desde las habitaciones de arriba y peor ahora en verano.
Ha sido desidia por parte de el estado permitir que agonice y muera un edificio emblemático en la sierra de Madrid, porque podía perfectamente haber pasado a ser una residencia pública de las que estamos tan necesitados ya que quien tiene una plaza es de tómbola, el edificio estaba en perfectas condiciones ya que el último año cuando asistimos a misa, creo en Navidad, reformaron todos los aseos de la planta baja.
Insisto, lo veo cada vez que salgo de mi casa, el dolor y la añoranza de ver la vidilla que daban los marineros, cuando los invitaban en Agosto en el día de la Virgen del Carmen a un refrigerio en el que confraternizaban con el pueblo y los vecinos.
Que pena que sea como siempre el dinero, el que pudra y destruya las cosas...
Joder!!! Me quito el sombrero...hace poco publiqué yo también la entrada a éste lugar...después de tantos años...y sin información de referencia...trabajazo os habéis currado!!!
Besos!!!
Por cierto..., os felicito, que buen el trabajo habéis hecho, recuerdos para que no caiga en el olvido un edificio tan emblemático y de unas personas que pasaron por allí y que representó tanto para nosotros "los molineros", de los que viven allí, y los que vamos. Seguro que cualquier día nos cruzamos paseando por allí!!!
Gracias! La mitad de mi infancia, si no más, esta entré esos escombros. Mi abuelo fue director de 70 al 73 y médico allí muchísimos más años. Allí me bautizaron, me pusieron la antitetanica después de pisar un clavo oxidado y me escayolaron por primera vez después de dar la matraca tres días con un dedo roto. Allí se empeñaba mi abuelo en enseñarme inglés , sentada en la tapia de las escaleras, agarrada a una bola de granito. Allí íbamos a comer los domingos con los abuelos, en la cafetería de Rafa, tortilla de patata en salsa ( que necesidad de estropear una tortilla, pensaba yo) y capitán cola. Allí iban a ligar con los marineros las chicas que nos cuidaban, paseándonos por la plazoleta de la entrada. Allí estaba Lemos, con su acento gallego y su parecido a Spencer Tracy. Cruzar la entrada, con los marineros uniformados en la garita, me imponía muchísimo. Pero una vez dentro, el olor a lejía y alcohol, el blanco impecable del mármol del suelo y de las tocas de las monjas, su sonrisa benevolente, era todo tan familiar...alli me sentía yo como en casa cuando iba a ver a mi abuelo, mi abuelo del alma. Gracias !
Hola a todos,
Es costumbre del blog contestar a todos los comentarios que llegan.
Nos parece justo que si alguien se molesta en dejar su opinión, meter la palabreja de verificación y esperar a que se publique, al menos que sepa que se ha leído.
Pero en este caso permitidnos que nos hagamos a un lado y dejemos a los verdaderos protagonistas de la historia contar sus vivencias, sus recuerdos... Los comentarios, lejos de ser un medio de gracias/gracias a ti, es mejor que sigan formando parte de la entrada, que amplíen lo contado con casos reales.
Por favor, seguid comentando y, si no hay respuesta por nuestra parte, que sepáis que somos unos lectores más.
En mi caso también pasé mucho tiempo en este hospital, ya que mi padre era médico militar y estuvo destinado allí desde finales de los 70 hasta el año 88. Yo vivía en el pueblo, pero los días que le tocaba guardia a mi padre pasaba el día allí jugando por los jardines, en la cafetería, en la piscina en verano... Y sobre todo haciendo amigos con los hijos de otros empleados, con los marineros, los compañeros de mi padre, las monjas...
Muchos, muchísimos recuerdos me trae este lugar, y aunque ya no vivo en el pueblo, cada verano voy un día a dar una vuelta por allí, y cuando llego a la puerta del Sanatorio no puedo evitar soltar unas lágrimas.
muchas gracias.
Enhorabuena, magnifico trabajo. Me trae enormes recuerdos. Llegué allí en el año 64, con 4 años, mi padre era médico y fue director. Aquello no era sólo un hospital, era una gran familia. No quiero dar nombres porque seguro me olvido de alguien y no quiero dejarme a nadie. Os cuento detalles como el enorme cerezo que había en la rotonda de abajo a la izquierda, la capilla donde bautizaron a mi hermana, la fuente de los peces de colores, la enorme carbonera que luego se transformo en parking, las cochiqueras donde había más de una docena de cerdos que servían para comerse los desperdicios allá por los años 60-70, los talleres, el zapatero que todavía anda por Los Molinos, la recepción y la centralita telefónica, aquella de los cables conectando una extensión con otra, la sala de oficiales, la enorme cocina y como alguno de vosotros decía esos pasillos tan limpios, silenciosos, el buen olor a hospital, etc, etc, Estoy deseando leer vuestro segundo artículo, no sabía que había tanta documentación, me alegra saberlo y el uso que le estáis dando. Enhorabuena y gracias.
Bonito trabajo
Increible el clasico documentado a lo grande y con fotos de su buena epoca, ahora sobra decir cual es su estado. Gran trabajo caballero.
Gracias, chicos... No quiero ni pensar en cómo estará ahora.
Eso sí, los que de verdad han "escrito" esto son los trabajadores y pacientes.
He escuchado en la radio un comentario sobre este blog que se dedica a recorrer lugares abandonados, y como esta mañana no tenía nada mejor que hacer, me dispuse a visitarlo, y cual no sería mi sorpresa al recorrerloel encontrar esta historia sobre el hospital. Yo hice el servicio militardurante el año 1978 y parte del 79 en la Marina, destinado en el Cuartel General de la Armada, donde estaba al mando del destacamento del mismo el Capitán de Corbeta D. Juan Carlos Cela Trulock (hermano de Camilo José Cela). Como miembro del coro de Marinería tuve ocasión de visitar ese Hospital en alguna ocasión para cantar en algunas celebraciones, tanto en el Hospital para enfermos y empleados del mismo como en una ocasión en un evento, que ya no recuerdo si era boda, comunión o bautizo de algún miembro de la Armada, donde nos trataron de maravilla.
Gracias por haberme vuelto a traer a la memoria tan fantásticos recuerdos, y que pena ver como ha acabado este recinto.
Marcos.
Gracias a ti por la visita. Estamos encantados de haberte hecho revivir buenos momentos.
Esas fotos tienen pinta de antiguas, la verdad es que hoy dia esta casi toda la planta baja tapada con ladrillos, el edificio viejo está sellado totalmente los pasillos llenos de porqueria, y apenas encuentras aun que sea un bote en su sitio, una de las dos capillas interiores a sido medio derruida, ya que tenia unas escaleras de madera por las que podias acceder que ya no tiene, es una pena que cada vez vaya quedando mas feo..
Sí, las fotos son de 2007/2008.
Esperamos todo este tiempo a publicarlas para tratar de evitar lo inevitable, pero bueno, es política de la casa y al menos han quedado pruebas de lo que fue.
Enhorabuena por el reportaje, lastima no haberlo conocido antes porque a la hora de buscar información sobre el sitio nada mejor que vosotros para mostrar y hacer revivir el lugar. Yo lo visite en 2009 y ya poco tenia que ver con como lo vistes vosotros una lastima.
un saludo.
Pues no hay demasiado tiempo de diferencia... Pero un foro filtró la ubicación y de la noche a la mañana...
Estuve destinado en el desde 1.984 hasta 1.990 y estas imagenes de destruccion y abandono me hacen un daño horroroso ya que los recuerdos que guardo de alli me emocionan fuertemente tanto en el plano profesional como familiar, compañeros, jefes,pacientes, lugareños etc. Gracias por escribir sobe lo que durante 5-6 años fue mi segunda casa.
Soy Jose Antonio Sanches y estuve ingresado 13 meses en el sanatorio de la marina, año 1960, para mi fue como un hotel de cuatro estrellas comparado con cuartel del tercio sur de infantería de marina, muy bien atendido por medicos y monjas y bien alimentados los enfermos, mi enhorabuena al promotor de este blog que he encontrado de casualidad navegando por internet.
Tenía curiosidad por conocer este lugar desde que leí la magnífica novela "Los años de la ballena", en ella aparece este sanatorio en un breve pasaje. Ahora me hago una idea mucho más cercana a la realidad. Felicidades por el reportaje, muy completo y documentado. Muchas gracias.
María Rosa
Muchas gracias de nuevo. Me alegra ver que sigue habiendo gente que recuerda el Sanatorio con tanto cariño.
Aun quedan cosas, es precioso, pero yo solo pude visitar el edificio central, y en ese edificio aún quedaban bastantes cosas
Entonces seguro que yo le conozco a usted pues mi padre fue destinado en los mismos años que señala
Que buenos recuerdos me traen al ver este reportaje. Estuve 18 meses destinado allí en donde realice mi trabajo rodeado de excelentes compañeros.
Tristeza da al ver el estado actual de las instalaciones, pues hace unos años las vi con una gran decepción por su abandono
Mi padre estuvo ingresado un verano de los 80.
Y yo fui con perros detectores en los 90, que pena.
Buenas, creo que te equivocas en una cosa amigo, que haya niñatos que se dedican a pintar, a romper y destrozar todo no tiene nada que ver con los que hemos ido alguna vez a investigar si había algún fenómeno paranormal, puesto que hablo por mi grupo, lo hemos hecho desde el más sentido respeto y sin romper ni mover nada, sin querer molestar ni hacer ruido, por eso le agradecería que no metiese a todos en el mismo saco. Gracias.
Los que han destrozado eso dudo que hayan sido personas que hayan ido a investigar si hay algún fenómeno paranormal, eso lo han hecho los niñatos que van a pintar y a joder todo, yo he ido con un grupo a investigar si había fenómenos paranormales y jamás hemos roto nada, ni pintado ni hemos intentando crear molestia alguna, no metamos a todos en el mismo saco. Gracias
Gracias por tu comentario, Risas compartidas. Hablo de mi experiencia y del destrozo de este lugar a raíz de la publicación en un foro del mundo paranormal. En todo caso, queda por escrito tu apunte. Un saludo.
Me encantaria verlo solo por simple curiosidad, aunque se hablan tantas cosas de el, aunque las fotos antiguas se le ve que era bonito, ademas todo lo de años atras siempre es mas bonito y se recuerda con cariño, que lastima de bandalos y ladrones que han echo del edificio una ruina, y que pena del Estado español que lo haya dejado perder de esa manera.
Muy interesante el artículo, yo no he tenido oportunidad de ir! Pero me encantaría ir a probar la xpiri Box y hacer alguna que otra prueba. Si os fijáis en la foto donde sale el tubo al lado de las ventanas se puede apreciar en la segunda ventana empezando por arriba en la parte derecha una especie de rostro que se asoma por la ventana, no se si alguien más se a dado cuenta de eso. Pero me parece alucinante.saludos
Me parece un reportaje muy interesante, nunca he tenido oportunidad de visitar este sanatorio pero me gustaría ir para hacer alguna prueba que otra! Me he dado cuenta que en una de las fotos en la foto 18 en la ventana que está al lado del tubo parte derecha se puede apreciar un rostro asomado por la ventana. No se si alguien más se a dado cuenta de este fenómeno me gustaría que le hechaseis un vistazo y alguien me responda si alguien más lo vé😐
Me alegro de haber encontrado éste reportaje y sobretodo de los buenos comentarios de la gente. Estuve ingresada diez días en otoño del año 80, tenía diez años. Recuerdo el cariño que me dieron los almirantes y generales retirados (que yo los veía como abuelos) que solían estar en un saloncito de mi planta, donde estaba la única televisión, que se veía fatal, con la imagen en verde que iba y venía... pero como me aburría tanto no me importaba. Eran muy cariñosos todos. Al tercer día se me acabó "el chollo" porque no me podía relacionar con los enfermos, solo respirar en el balcón el aire fresco de la sierra. Curiosamente tengo muy buenos recuerdos. Médicos, enfermeras... Mi padre fue uno de los directores. Gracias por mencionarlos y poner sus fotos. He recordado a varios de ellos porque eran compañeros y amigos y me he emocionado. Qué recuerdos. Una tristeza que esté así.
Me alegro de haber encontrado éste reportaje y sobretodo de los buenos comentarios de la gente. Estuve ingresada diez días en el otoño del año 80, tenía diez años. Recuerdo el cariño de los almirantes y generales retirados (que yo veía como abuelos) que solían estar en un saloncito de mi planta donde estaba la televisión, que se veía fatal, con la imagen en verde que iba y venía... pero como estaba aburrida no me importaba. Al tercer día se me acabó "el chollo" porque no me dejaban estar con los enfermos, solo en el balcón respirando el aire fresco y puro de la sierra. Curiosamente tengo muy buenos recuerdos. Los médicos, enfermeras... Mi padre fue uno de los directores. Gracias por nombrarlos y poner sus fotos. He recordado a varios de ellos porque eran compañeros y amigos y me he emocionado. Una pena que el sanatorio esté así.
Me alegra haber encontrado éste reportaje y los comentarios tan buenos de la gente. Estuve ingresada en otoño del año 80, tenía diez años. Recuerdo el cariño con el que me trataban los almirantes y generales retirados que estaban ingresados allí (que yo veía como abuelos). Solían estar en un saloncito que había en mi planta y que yo visitaba por la tarde porque allí estaba la única televisión, que se veía fatal, con la imagen en verde que iba y venía... pero a mí no me importaba. Los pobres, que debían estar tan aburridos como yo, me ponían la programación infantil. Pero aquel "chollo" se me acabó pronto porque no podía estar con los enfermos, solo en la terraza de la habitación respirando el aire fresco y puro de la sierra y mirando aquella bonita fuente de piedra rodeada de la hojas de otoño. A pesar de estar aquellos días sola con mi madre, lo recuerdo con mucho cariño por el trato de todas las personas que encontré allí.
Mi padre fue uno de los directores, del 74 al 77. Gracias por nombrarlos y poner su foto. He recordado a muchos de ellos porque eran compañeros y amigos. Grandes médicos y bellísimas personas. Me he emocionado al recordarlos.
Me ha entristecido ver el estado actual del sanatorio y leer todas esas patochadas de fantasmas. Allí se curaba a la gente y se le daba cariño y respeto. Se debería haber mantenido y rendido un merecido homenaje a todo el personal. Una pena.
Mi nombre es Manuel soy malagueño, yo estuve ingresado en el año 82, quitando la enfermedad, conocí buenas personas tantos enfermos como trabajadores,incluso gente del pueblo,eso para mi fue una etapa que jamás olvidaré en mi vida.
Yo estuve hace 59 años.
Fue una experiencia increible. Tenia 18 años y cientos de chicos guapos a mi alrededor. Tengo muchas fotos. Estuve en la casita, al entrar a la izquierda.
Francisco Gallego García estuve allí todo el 1979 una de las experiencias más impactantes de mi vida.
A día de hoy es una mole de escombros y mierda. Una pena dan ganas de llorar
Donde puedo enxontrar las otras partes del articulo?
Mi suegro estuvo ingresado y murio alli.
Las tienes en el menú de la derecha y al final de cada una "continúa en..."
Yo estuve ingresado allí, a consecuencia de la tuberculosis cogida durante la mili en Galicia.Me he quedado sorprendido al leer el artículo.Cuantos recuerdos me vienen a la memoria.Como el del cabo 1°.
Cuando estuve yo, me comentaron lo mismo, había chicos jóvenes que estuvieron ingresados tanto tiempo que muchos acabaron casándose con enfermeras y personal del hospital.Hay que tener en cuenta que cuando estábamos allí ingresados, nos tenían totalmente aislados ,no solo ya para salir de allí si no que no podíamos bajar a otras plantas.Aunque saltando de balcón en balcón, alguna que otra vez nos escapamos a Madrid.
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