6 de marzo de 2007

El Ferrocarril Valladolid - Ariza (3ª parte)

Este es el tercer capítulo de una serie de cinco. Si aún no has leído la primera o segunda parte, te recomiendo que lo hagas pulsando en los enlaces:
 
La Guerra Civil y la posguerra
El Gobierno de la República se incautó de las compañías ferroviarias al comienzo de la Guerra Civil, pero la MZA se reorganizó trasladándose a Valladolid y explotando las líneas que se encontraban en manos del general Francisco Franco.
Fue precisamente la Valladolid – Ariza la única de estas líneas que se encontraba íntegramente en la Zona Nacional y durante los años que duró la contienda se convirtió en una vía imprescindible en el movimiento de trenes militares. El aumento del tráfico y tonelaje de este periodo, aunque supuso pequeñas mejoras como la reposición del balasto o la implantación del servicio telefónico en alguna de las estaciones, hizo que se resintiera la infraestructura seriamente, viéndose especialmente afectados los puentes metálicos.
De nuevo la línea se vio afectada por la falta de mantenimiento de la vía y el material móvil, ya que la España de la posguerra no pudo acometer las reformas necesarias, dejando la Valladolid – Ariza en una situación de deterioro de la que jamás llegaría a recuperase.
Desde que RENFE se hiciera cargo de la totalidad de la red ferroviaria española se ejecutaron diferentes Planes de Reconstrucción (en 1945, 1950, 1961 y 1964) que contemplaban la sustitución de los carriles de peso inferior a 42,5 Kg/m, pero la precaria situación económica y la incapacidad de la industria nacional para abastecer la demanda dejaron prácticamente a la línea fuera de estas mejoras.
Mientras que el Plan Decenal de Modernización de 1964 recomendaba que el carril debía tener un peso no inferior a 45 Kg/m y no superar los 20 años, el de la Valladolid – Ariza tenía un peso de 32,5 Kg/m y una antigüedad de 69 años. Aún a pesar de la implantación de las locomotoras diesel de las series 318, 321, 308, 333, 340, y 319 y el notable aumento de la comodidad de los vagones, las cuentas de explotación no mejoraban, por lo que seguirían sin realizarse inversiones y continuaba disminuyendo el tráfico de viajeros y mercancías. Este círculo vicioso fue constante hasta el cierre definitivo de la línea.

Estaciones del tramo Castrillo de la Vega - Velilla de San Esteban

14. Castrillo de la Vega (Km. 90)

Estación de cuarta categoría que, aunque contaba inicialmente con vías de sobrepaso y de muelle, a día de hoy sólo se conserva la general.

Lamentable estado de conservación de un edificio que ya se encontraba en ruinas en el año 1989, ya que la estación fue clausurada en 1975.

15. Aranda de Duero-Chelva (Km. 98)

Esta estación fue considerada desde su origen como la más importante de la línea. Es una de las que más modificaciones han sufrido a lo largo de sus años de funcionamiento y entre sus instalaciones iniciales destacaban la cochera de carruajes, el depósito de locomotoras y los talleres.

También se la dotó con depósitos y aguadas que aún podemos ver, báscula, gálibo y dos muelles de mercancías, uno cubierto y otro descubierto.

Como edificios principales, además del de viajeros y el de los retretes, disponía de una de las dos fondas que había en el trazado (La otra estaba en Ariza)

En el año 1914 se construyó un almacén para el pescado, lo que constituía un caso único en la línea. Su diseño era similar a los pabellones de lampistería (almacén de lámparas de petróleo para las locomotoras de vapor), es decir, con paredes de ladrillo sobre fundaciones de piedra de sillería.

A lo largo de los años se fueron añadiendo vías, se construyeron placas giratorias y se prolongaron los muelles. Además, muchas empresas se ubicaron en las inmediaciones, como los depósitos de CAMPSA o una gran azucarera).

Sin saber exactamente la fecha de instalación, uno de los muchos intentos de conseguir un sistema de variación del ancho de vía (denominado VEVEY) se puede ver aún en las inmediaciones del cocherón de carruajes.

Con el fin de suministrar la madera necesaria para las reparaciones de vagones e instalaciones fijas se levantó, justo enfrente del edificio de viajeros, un vivero.

En 1985, en estos mismos terrenos, la empresa EMFESA instaló una gran nave dedicada al desguace de material ferroviario. Hoy en día también está abandonada.

Estos tristes vagones han quedado estacionados en medio del conjunto de vías y es posible que nunca vuelvan a moverse de allí. De momento, grafiteros y vagabundos se han apoderado de ellos.

Actualmente el edificio de viajeros está bien conservado. Allí tiene la sede la Asociación Arandina de Amigos del Tren y en la parte trasera podemos ver material móvil restaurado, así como algunas señales y semáforos.

Otros edificios están alquilados a particulares, como la cochera de carruajes que actualmente es un establo.

Según me contaron en el pueblo, la antigua fonda fue utilizada como bar musical hasta que una explosión dejó seriamente dañada la estructura, condenándola al derribo.

Las causas se desconocen, pero al parecer sucedió en la bodega, reventando el suelo y alcanzando la cubierta. Aunque de este hecho no tengo documentación alguna, los colores chillones de las paredes y los tremendos destrozos que se aprecian parecen confirmar la historia.

Os recomendamos, antes de seguir, que echéis un vistazo al reportaje de la estación que hay en cela|tv pulsando aquí.

16. Aranda de Duero-Montecillo (Km. 98)

Aunque esta estación no está en la Valladolid – Ariza, hago una pequeña referencia a ella por dos razones:
La primera es que estaba comunicada con Chelva, enlazando así la línea con la Madrid – Burgos. En la foto se puede ver precisamente la desviación (a la derecha) hacia Montecillo, mientras que la que continúa recto es la que viene desde Valladolid.

Curiosamente el semáforo estaba encendido, aún a pesar de que hace 15 años que no pasan trenes.

En Aranda nunca faltaron los despistados que confundían ambas estaciones, circunstancia muy aprovechada por los taxistas.

Por otro lado, los autobuses de línea solían dejar a los viajeros en el paso a nivel que hay entre las dos estaciones, por lo que, cargados con todos sus enseres, debían llegar a una o a otra caminando entre las vías.

Y la segunda es que da la sensación de que correrá la misma suerte que la vecina. Está descuidada, en el rato que permanecí allí no pasó ni un solo tren ni apareció una sola persona, el edificio de los servicios ya está tapiado…

Los síntomas de decadencia son cada vez más evidentes, y aún a pesar de la majestuosidad que todavía presenta, mucho me temo (ojalá me equivoque) que en unos años tendrá su propia entrada en este blog.

Esta solitaria grúa, perfectamente conservada, recuerda que Aranda-Montecillo ha conocido épocas mejores.

17. Vadocondes (Km. 107)

Esta estación de tercera categoría no cambió su fisonomía desde su construcción hasta el cierre de la línea. Lamentablemente, en 1989 una empresa arandina la adquirió con el objeto de desmontarla piedra a piedra para construir una vivienda.
Aunque ya desaparecidas, Vadocondes contaba con dos vías de sobrepaso y una de muelle terminada en topera, además de gálibo y báscula. A escasos metros del lugar que ocupaba la estación encontramos este indicador de desnivel.

Destacan sobre la pobreza generalizada de la línea los puentes, soberbias construcciones metálicas y monumentos de la ingeniería civil del siglo XIX.
Fueron construidos por SEYRIG, una empresa francesa propiedad de Théophile Seyrig, que estuvo asociado durante 11 años con Gustave Eiffel.

En 1893, ya sin su socio, fue contratado por la MZA para construir los puentes de la línea de Ariza.
El de Vadocondes, como todos los que cruzan el Duero, es tipo Pratt con tablero inferior, tiene una longitud de 61 metros y en el lado de Ariza se prolonga hacia la plataforma de la vía mediante una obra de fábrica integrada por dos arcos de medio punto.

Todos los puentes están provistos de encarriladores en ambos extremos y existen dos paseos practicables con sus correspondientes barandillas.

18. La Vid (Km. 118)

Como todas las estaciones de cuarta categoría, La Vid contaba con una vía de sobrepaso y otra de muelle (con báscula y gálibo) además de la general.
Por su proximidad al río Duero, se hubo de construir un muro de contención y al paso de la vía por Zuzones (más cerca de la estación que el pueblo que le da nombre) otro muro impide las avalanchas del terreno.

Pocos kilómetros antes de la estación, en uno de los pasos a nivel, encontramos este reivindicativo letrero.

Tanto el edificio de viajeros como el almacén están alquilados a particulares y no se puede acceder a ellos.

19. Langa de Duero (Km. 125)

Debido a la situación de esta estación en el punto medio del recorrido total de la línea, se estableció en ella la reposición de los caloríferos (recipientes metálicos llenos de agua hirviendo colocados bajo los asientos) para los coches de viajeros que eran llenados en Valladolid y en Ariza.

Siendo de tercera categoría, disponía de dos vías de sobrepaso y la del muelle con su báscula y su gálibo.

A mayores, encontramos un depósito con su correspondiente caseta que alojaba la máquina de vapor que bombeaba el agua.

La estación está habitada y bastante bien cuidada, aunque faltan las manecillas del reloj y el cartelón con la localidad.

20. Velilla de San Esteban (Km. 133)

Al ser un apartadero, las instalaciones eran las mínimas imprescindibles, es decir, vía de sobrepaso, un único andén y los edificios principal y de retretes.
Quisiera dedicar esta tercera entrega de la serie a Eduardo, que es la persona que la tiene alquilada.

En cuanto me vio cámara en mano, se ofreció a mostrarme el interior y a contarme la historia del lugar. Resumiendo, él la encontró completamente en ruinas y ha invertido casi 10 años de su vida en su reparación y acondicionamiento.
El contrato que tienen los arrendatarios con ADIF se renueva por periodos máximos de 8 años, por lo que el riesgo personal que supone tanta inversión para un plazo tan corto hace cualquier proyecto de rehabilitación casi inviable.
Como quiera que los gastos han sido (y son) muy elevados, optó por convertirla en casa rural y el resultado es tan sorprendente como acogedor. No dejéis de entrar en http://www.estacionrural.com/ para verla por dentro.

Aunque pudiera parecerlo, esto no es publicidad: ni conocía a Eduardo antes de ir ni él me pidió nada. Simplemente me parece que debemos apoyar estas iniciativas, porque gracias a ellas (y a pesar de ADIF) podremos conservar un patrimonio que, como se puede ver a lo largo de esta serie, en pocos años desaparecerá por completo.
Sé que hay más casas rurales en estaciones de la línea, pero sólo de esta puedo dar fe de que todo lo que dice en la web es verdad.

La casa, llamada “El Apeadero de Velilla”, se alquila entera, tiene capacidad para 11 personas y por estar situada en la mitad del recorrido es un magnífico lugar para explorar la Valladolid – Ariza.

Coordenadas de las estaciones:
14. Castrillo de la Vega: N 41.6664, W 3.7846
15. Aranda de Duero-Chelva: N 41.6548, W 3.6879
16. Aranda de Duero-Montecillo: N 41.6688, W 3.6965
17. Vadocondes: N 41.6441, W 3.5740
19. Langa de Duero: N 41.6067, W 3.3968
20. Velilla de San Esteban: N 41.5885 W 3.3045
 

12 comentarios:

Toni Solano dijo...

Sigues por buena línea. El trozo de Aranda sí que lo conocía porque he pasado muchas veces por el Madrid-Burgos que, como apuntas, se ha salvado de la quema pero está condenado. Me parece buena idea también lo de incluir casas rurales, aunque sea publicidad, pero siempre sirve de información. Llevo tiempo intentando ir a La parada del Compte en la línea Tortosa-Puebla de Híjar, pero nunca encuentro un buen momento. Para tu información, fui ferroviario desde el 82 al 2000, así que tengo algunos conocimientos del asunto (por cierto, tenía incluso conocidos en el Taller de Valladolid). Un saludo de nuevo.

Esperando al tren dijo...

Vaya sitio más interesante... lástima que me pille algo lejos, pero merece la pena.
¿y de ferroviario pasaste a profe? Qué cambio más radical... Con lo bien que estabas tú entre vías y no con los mini-salvajes de los alumnos (jejeje)
Lo de las casas rurales si que lo indicaré, pero en la mayoría no encontré a nadie (es lo que tiene febrero) y en otras incluso me miraron raro por hacer fotos.
La única que puede ver fue la de Velilla... y el hombre fue tan amable y se lo había currado tantísimo (bueno, de hecho estaba plantando setos cuando llegué) que no he podido por menos que ponerla.
Un saludo y gracias por seguir la serie.

Anónimo dijo...

En el torreón de la derecha (visto desde andenes) de Aranda-Chelva viví (mejor dormía...) durante medio año, cuando circulaban ferrobuses, algún mercancías de servicio remolcado por vapor fuelizado, talgos y el Iberia Expreso....si yo os contara...
Otro medio año de mi vida en Fontioso, Villamayor y Sarracín.
Un "aggiornamento" de esta línea es todavía posible...falta la voluntad política. En el ínterin, muriendo lentamente.
Respecto a Valladolid-Ariza, nada que hacer....
Este pais es una "coña" con el abandono del patrimonio.

a

Esperando al tren dijo...

Vaya recuerdos entonces, Gonzalo.
Y tiene que ser duro haber trabajado allí y verlo morir poco a poco.
A mí, que sólo vi alguna vez pasar al tren por allí me lo resulta, así que a todos los ferroviarios que sirvieron en la línea...
Por supuesto, el blog lo tienes abierto por si te apetece contarnos alguna historia.
Un saludo y gracias.

Anónimo dijo...

Durante la horrible guerra civil 1936-39, mientras mi padre andaba movilizado,viví de pequeñito en la estación de Aranda, pues el jefe de la misma era abuelo materno mío, así que no voy a esplicar el cariño que al Valladolid-Ariza tuve (y tengo). El autor del libro que ha citado como origen de la narración, omite algo muy importante desde el punto de vista social: la existencia de escuelas gratuitas, en el mismo barrio "de la estación", que la MZA instaló para los hijos de los ferroviarios.
Por no alargar esto, no diré nada más de lo mucho que podría narrar al respecto.
Réstame agradecerle la publicación de texto ¡y fotos!, y felicitarle.

Esperando al tren dijo...

Quizá si mencionara a las escuelas y yo lo pasara por alto... no recuerdo.
Pero como lo tengo que volver a leer, prestaré atención al detalle.
En todo caso, muchas gracias por el aporte.

Esperando al tren dijo...

Quizá si mencionara a las escuelas y yo lo pasara por alto... no recuerdo.
Pero como lo tengo que volver a leer, prestaré atención al detalle.
En todo caso, muchas gracias por el aporte.

medu dijo...

mi abuelo trabajo en los años 40 y 50 en el paso a nivel donde decís que dejaban a los pasajeros para ir a cheva u montecillo andando. Gracías por el reportaje.

Esperando al tren dijo...

Muchas gracias a ti por la visita, Medu.

Anónimo dijo...

Este verano he estado en la estacion de Langa y la verdad que la gente que la tiene la tiene muy bien cuidada. El año pasado estuvimos tambien y se brindaron en enseñarla por dentro y se han pegado un curro excepcional. Espero que la mantengan como está por que es un lugar pintoresco. Será buenisimo para fomentar el turismo por la zona del Duero, que se estudiara la posiblidad de hacer una via verde, ya que por la situación geografica, la gastronomia y la cercania de tres puntos de referencia como son El Burgo de Osma, San Esteban de Gormaza y Aranda de Duero y la Historia que conlleva toda esa tierra, el existo estaria garantizado. Gracias por vuestro reportaje y saludos desde Barcelona

Esperando al tren dijo...

Gracias a ti, anónimo, por tu comentario.
No me importaría ahcer una visita a la estación, no...

Anónimo dijo...

pues prueba un fin de semana. La tiene un matrimonio de Madrid que son la mar de amables y no te pondrian ningun problema en enseñartela. Gracias por otro lado por compartir con nosotros vuestros magnificos documentales.